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lunes, 31 de agosto de 2015

¿Cómo puede prevenir y tratar la prediabetes?

¿Qué es la prediabetes?

El cuerpo produce glucosa (o azúcar en la sangre) utilizando los alimentos que usted come. La insulina, una hormona producida por el páncreas, transporta glucosa del flujo sanguíneo hasta las células, donde se utiliza para producir energía. Este proceso regula la cantidad de azúcar en la sangre, impidiendo que suba o baje demasiado.

La prediabetes es un trastorno en el cual el cuerpo se vuelve resistente al efecto de la insulina y el páncreas no produce suficiente insulina para vencer esta resistencia. Esto hace que el nivel de azúcar en la sangre suba más de lo normal. Con el tiempo, el exceso de glucosa en la sangre pone a la persona en peligro de sufrir una enfermedad cardiaca o un derrame cerebral, o de desarrollar la diabetes de tipo 2.

¿Quién corre el riesgo de desarrollar prediabetes?

Según el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades, en Estados Unidos hay 57 millones de adultos que tienen prediabetes. A medida que la población aumenta en edad, engorda más y se mantiene inactiva, el número de adultos con prediabetes se incrementa. El número de niños y jóvenes adultos que tienen prediabetes también está aumentando.

Entre los factores de riesgo que aumentan las posibilidades de que alguien desarrolle prediabetes están:
• Tener sobrepeso u obesidad
• No hacer ejercicio
• Tener antecedentes familiares de diabetes de tipo 2
• Tener 45 años o más (sin embargo, hoy en día, gente más joven, incluso niños y adolescentes, tienen factores de riesgo)
• La raza o ascendencia (los índices de diabetes son más altos entre los afroamericanos, hispanos/latinos e indoamericanos)
• Tener diabetes gestacional (diabetes que ocurre durante el embarazo) o tener un bebé que pesó más de 4 kilos (9 libras) al nacer.

¿Cómo puede saber si tiene prediabetes?

La prediabetes no tiene señas ni síntomas evidentes. Para diagnosticar este trastorno se emplean dos pruebas que miden el nivel de glucosa en la sangre:

Prueba de la glucosa en ayunas (GPA).
En esta prueba le extraen sangre después de ayunar toda la noche o por un tiempo mínimo de 8 horas.

Prueba oral de tolerancia a la glucosa (OTG). Para esta prueba tiene que ayunar por lo menos durante 8 horas.
Le extraen sangre antes de tomar 8 onzas (una taza) de una solución azucarada y 2 horas después de haberla tomado.
(Si después de 2 horas tiene entre 140 y 199 mg/dL de glucosa en la sangre, tiene tolerancia alterada a la glucosa, que es un trastorno prediabético.)

¿Por qué la prediabetes debe tomarse en serio?

Anualmente, 1 de cada 10 pacientes (o sea 10%) con prediabetes desarrolla la diabetes de tipo 2.

Si la diabetes no se trata, puede causar ceguera, fallo renal, daños neurológicos, enfermedad cardiaca, derrames y alta presión sanguínea. Aun cuando su nivel de glucosa en la sangre es sólo un poco más alto de lo normal, como lo es en la prediabetes, usted corre mayor riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares.

¿Cómo puede prevenir y tratar la prediabetes?

La prevención de la prediabetes (y la diabetes de tipo 2) es posible aun cuando haya antecedentes de diabetes en la familia.

En la mayoría de personas con prediabetes, puede evitarse la progresión a la diabetes si se hacen cambios en el estilo de vida que incluyan los siguientes:

• Adoptar un plan de comidas balanceadas, con muchas frutas, vegetales y granos integrales, y pocas grasas
• Realizar actividad física con regularidad (una media hora cinco veces a la semana)
• Mantener un peso saludable (si tiene sobrepeso, perder tan sólo 5% ó 10% de su peso puede ayudarlo mucho a reducir la posibilidad de desarrollar diabetes de tipo 2)

Aunque los cambios en el estilo de vida son la primera opción para tratar la prediabetes y prevenir la diabetes, los medicamentos pueden ser una opción, conjuntamente con dieta y ejercicio. Se ha demostrado que varios medicamentos reducen el riesgo de que la prediabetes avance a diabetes, entre ellos metformina, rosiglitazona, pioglitazona y acarbosa.

Debido a la conexión que existe entre la diabetes de tipo 2 y la obesidad, los medicamentos que ayudan a perder peso también pueden reducir el riesgo de desarrollar la diabetes.

¿Qué debe hacer con esta información?

Si tiene sobrepeso y más de 45 años de edad, la próxima vez que vaya al médico debe hacerse examinar para ver si tiene prediabetes.


Si ése es el caso, debe examinarse cada 1 ó 2 años después de haber recibido el diagnóstico para ver si tiene la diabetes de tipo 2.


Recuerde que la prediabetes no siempre se convierte en diabetes de tipo 2. Es esencial elegir un estilo de vida saludable para hacer que el nivel de glucosa en la sangre vuelva a ser normal y mantenerlo bajo control.

lunes, 24 de agosto de 2015

Tratamiento de impotencia en diabéticos

Tratamiento en impotencia y diabetes

Se ha comprobado que el tratamiento de la disfunción eréctil puede mejorar el cumplimiento terapéutico de enfermedades como la diabetes o la hipertensión arterial. Lo que sorprende es que tratando la alteración de la erección, mejore el buen control de la enfermedad subyacente.

Esto se debe al aumento de la autoestima que experimenta el paciente al recobrar sus erecciones, su vida sexual y normalizar su vida de pareja. Este incremento en la autoestima puede llevarle a una mayor preocupación por cuidarse.

También interviene lo que se denomina “el efecto conciencia de enfermedad”, es decir, la mayoría de las enfermedades crónicas con riesgo cardiovascular no son sintomáticas, pero, sin embargo, las personas con diabetes asocian la disfunción eréctil a su enfermedad y la sitúan como “síntoma guía” del control de la misma, con lo que al mejorar su disfunción eréctil se comprometen con una mejor adherencia al control y tratamiento de las complicaciones de la diabetes y la enfermedad en general.

En ocasiones la diabetes es motivo para no mantener relaciones sexuales. La diabetes, desde el aspecto de la sexualidad, no sólo afecta a la erección. También puede ser causa de una disminución de los niveles de testosterona en sangre y por lo tanto, puede disminuir el deseo sexual. Se espacian las relaciones sexuales aún en aquellos casos en que no hay alteraciones del mecanismo de la erección.

A muchos varones les da vergüenza consultar su problema. Según estudios, del total de varones que sufren disfunción eréctil, sólo consultan con un médico el 25% de los mismos.

Es decir, tres cuartas partes de los que la sufren lo hacen sin buscar ayuda terapéutica. En estos casos, es muy importante ir al médico, ya que es una patología más que requiere control médico y para la que existe tratamiento.

En varones con diabetes se ha observado una buena respuesta (superior al 80%) a los fármacos orales para el tratamiento de la disfunción eréctil.

Además no hay que olvidar:

·      La alimentación y el ejercicio, cuidados básicos que se recomiendan para todas las personas con diabetes.

·      Un buen control de tu glucemia.

·      El control de otras enfermedades que acompañan a la diabetes, como la hipertensión arterial o las cardiopatías.

·      Suprimir o modificar en lo posible, y siempre bajo control médico, los fármacos que puedan conllevar, como efecto secundario, un problema de erección.

Lo ideal es que consultes a tu médico antes de que se produzca la patología. Un varón joven al que se le diagnostica diabetes, debe estar informado que a largo plazo puede desencadenar una alteración de la erección.

Si se empieza a prevenir, lo más probable es que no te aparezca o, por lo menos, será más leve y con mejor respuesta a los fármacos.


Tener una vida sexual activa y sana es muy importante para tu bienestar, tanto a nivel individual como para relacionarte con tu pareja. No debes renunciar a ella porque tengas diabetes, sino adaptarla a tu enfermedad y saber que existen soluciones para resolver los problemas de erección.


Sexo en mujer con diabetes

Disfunción sexual en mujer con diabetes

Una de las complicaciones urológicas bastante frecuente en las personas con diabetes se observa en la esfera sexual, por la asociación de factores vasculares (afectación de pequeñas arterias), neurológicos en los hombres (afectación de los nervios que producen la erección) y metabólicos en las mujeres.

La disfunción sexual femenina es la incapacidad de la mujer para lograr una respuesta sexual normal durante la relación con su pareja. Se observa entre el 20 y el 30% de las mujeres con diabetes tipo 1 y en cerca de 40% de las mujeres con diabetes tipo 2.

Las disfunciones sexuales más frecuentes en las mujeres con diabetes son:

  • Disminución o ausencia de deseo sexual.
  • Menor intensidad de excitación sexual, dificultad o incapacidad para alcanzar el orgasmo (anosgarmia).
  • Sequedad vaginal por insuficiente lubricación y coito doloroso (dispareunia).


Estos efectos son similares a los que se observan en las mujeres tras la menopausia. Los mecanismos exactos por los cuales se produce la disfunción sexual femenina no han sido del todo esclarecidos.

Ante alguno de estos síntomas, se recomienda siempre intentar corregir la hiperglucemia (altos niveles de azúcar en sangre) y los factores agravantes que estén presentes, ya que no existen guías clínicas específicas para el tratamiento de las disfunciones sexuales femeninas.
En los casos de sequedad vaginal, se pueden utilizar lubricantes, realizar cambios en las posiciones adoptadas durante el coito con la finalidad de aumentar la estimulación sexual, psicoterapia o medicación antidepresiva.

Factores que participan en la disfunción sexual femenina:

Hiperglucemia: reduce la hidratación de la mucosa vaginal produciendo mala lubricación y puede producir dispareunia (dolor durante el coito); a su vez esto puede condicionar la presencia de infecciones vaginales.

Lesión de los nervios: produce descenso significativo de la estimulación del clítoris, fibrosis del tejido vaginal y reduce la musculatura de la pared vaginal con lo que disminuye la respuesta sexual.

Lesión de las pequeñas arterias: disminuye la irrigación sanguínea del clítoris y de las paredes vaginales reduciendo la estimulación sexual y produciendo dispareunia.

Cambios hormonales: alteración de la hormona tiroidea, ovario poliquístico, o la alteración de hormonas hipofisarias.


Factores agravantes: el tabaquismo, un abuso del consumo de alcohol, los medicamentos, las infecciones o problemas psiquiátricos (depresión) o psicológicos (estrés).

Impotencia en hombres con diabetes

Impotencia en hombres con diabetes

Una de las complicaciones urológicas que se da con frecuencia en las personas con diabetes se observa en la esfera sexual, por la asociación de factores vasculares (afectación de pequeñas arterias): neurológicos en los hombres (afectación de los nervios que producen la erección) y metabólicos en las mujeres.

Tener una vida sexual activa y sana es muy importante para tu bienestar, tanto a nivel individual como para relacionarte con tu pareja. No debes renunciar a ella porque tengas diabetes, sino adaptarla a tu enfermedad y saber que existen tratamientos.

Las disfunciones sexuales más frecuentes en los hombres con diabetes son:

• Disfunción eréctil (DE).

Es la incapacidad recurrente para conseguir y mantener una erección suficiente para permitir una relación sexual satisfactoria.

Los hombres con diabetes tienen 2-3 veces más probabilidad de presentar DE que los hombres que no tienen la enfermedad. Además, los síntomas de la disfunción eréctil se suelen observar incluso antes de los 40 años de edad.

La incidencia de DE se incrementa si existen otros factores asociados como hipertensión arterial (HTA), arteriosclerosis, tabaquismo, obesidad, etc.

Por otro lado, los hombres con diabetes que no llevan un buen control de los valores de azúcar en sangre presentan entre 2 y 5 veces mayor posibilidad de desarrollar DE que los hombres que consiguen mantener bajos los niveles de azúcar.

Algo similar se observa en los hombres con hábitos sedentarios, donde el riesgo de presentar DE es un 30% superior que en los hombres con diabetes que realizan ejercicio físico regularmente.

Tratamiento para la DE

El tratamiento de la disfunción eréctil en hombres con diabetes debe comenzar con un cambio de los hábitos (disminución del peso corporal, incremento de la actividad física, normalización de las cifras de tensión arterial, control de los valores de azúcar en sangre si están elevados, abandono del tabaco, y reducción de la ingesta de alcohol).

Con la incorporación y mantenimiento de estas medidas se puede lograr la desaparición de la DE hasta en el 30% de los casos.

Si no se observa mejoría con el cambio de los hábitos, el médico puede indicar la medicación por vía oral u otro tratamiento o técnica que mejor se adecue a tu situación.

• Eyaculación retrógrada.

Es un trastorno por  el que el semen, en lugar de ser expulsado hacia el exterior (anterógrada), es eyaculado hacia la vejiga, debido a que el cuello vesical se cierra de forma incompleta.

Se suele observar en hombres con diabetes de larga evolución y el mecanismo por el que se produce es por la afectación de los nervios (neuropatía diabética).

Puede afectar hasta el 30% de los hombres con diabetes y puede ser causa de infertilidad en jóvenes con diabetes, aunque existen técnicas para que el hombre con diabetes, si lo desea, pueda tener hijos con su pareja.

En los casos de una diabetes mal controlada o de larga duración, se puede producir aneyaculación (ausencia de eyaculación) debido a una afectación neurológica severa.


No obstante, ante cualquier duda, consulta con tu equipo médico de referencia, que analizará tu caso y te recomendará el tratamiento o técnica más adecuada, en caso de que sea necesario.

Diabetes y tiroides

Diabetes y tiroides

Nos concentramos en el efecto que tienen los trastornos de la tiroides en pacientes diabéticos y las opciones de tratamiento disponibles actualmente para las personas que sufren de trastornos de la tiroides.

Generalidades Sobre la Diabetes

• La diabetes es un trastorno que se caracteriza por la abundancia excesiva de glucosa (azúcar) en la sangre, debido a que el páncreas no produce suficiente insulina (diabetes tipo 1) o la inhabilidad del cuerpo para utilizar la insulina a fin de transportar glucosa a las células (diabetes tipo 2).

Relación Entre la Diabetes y los Trastornos de la Tiroides

• Tanto la diabetes como los trastornos de la tiroides implican una disfunción del sistema endocrino, el cual es un grupo de glándulas que regulan varios aspectos del metabolismo corporal.

• Según estudios, la diabetes y los trastornos de la tiroides se presentan juntos en los pacientes.

• Aproximadamente un tercio de personas con diabetes tipo 1 sufren también de trastornos de la tiroides. Esto se debe a que la diabetes tipo 1 al igual que los trastornos de la tiroides más comunes son enfermedades autoinmunes, las cuales son enfermedades en las que el sistema inmune ataca una glándula u órgano del cuerpo.

• Las personas con enfermedades autoinmunes corren mayor riesgo que la población general de desarrollar otras enfermedades autoinmunes como enfermedad de Addison, anemia perniciosa, artritis reumatoide o lupus.

• Los trastornos de la tiroides también son comunes en la diabetes tipo 2, debido a que ambas enfermedades ocurren más frecuentemente a medida que las personas envejecen.

La Glándula Tiroides: Datos Básicos

• La tiroides es una glándula en forma de mariposa ubicada en la base del cuello, a uno u otro lado de la traquea. Produce y libera la hormona tiroidea.

• La hormona tiroidea afecta todas las células del cuerpo y controla la mayor parte de las funciones corporales.

• La glándula pituitaria o hipófisis y el hipotálamo, en el cerebro, regulan la cantidad de hormona tiroidea que produce la tiroides.

• La glándula pituitaria libera hormona estimulante de la tiroides (TSH) la cual ordena a la tiroides a producir más hormona tiroidea. Al detectar la cantidad correcta de hormona tiroidea en el cuerpo, la glándula pituitaria disminuye la producción dicha hormona.

• Para evaluar el funcionamiento de la glándula tiroidea, los médicos miden los niveles de TSH.

• La baja producción de hormona tiroidea causa una condición llamada hipotiroidismo; la producción excesiva de hormona tiroidea causa una condición llamada hipertiroidismo.

Hipotiroidismo e Insuficiencia Tiroidea Leve

• Un paciente con hipotiroidismo puede presentar los siguientes síntomas: fatiga, sensación de frío, pulso lento y depresión.

• La insuficiencia tiroidea leve es un tipo leve de hipotiroidismo. En los pacientes con insuficiencia tiroidea leve, los niveles de la hormona tiroidea son normales pero el nivel de TSH es elevado.

• A menudo los pacientes con insuficiencia tiroidea leve no presentan signos obvios, pero si esta condición no se trata podría degenerar en hipotiroidismo.

Hipertiroidismo e Hipertiroidismo Leve

• Los pacientes con hipertiroidismo pueden presentar los siguientes síntomas: inquietud, nerviosismo, pulso acelerado y pérdida de peso involuntaria.

• Los pacientes con hipertiroidismo leve tienen niveles normales de la hormona tiroidea y un nivel reducido de TSH.
Si no se trata el hipertiroidismo leve, la condición podría degenerar en hipertiroidismo, el cual puede causar consecuencias potencialmente serias como trastornos cardiovasculares.

Cómo Afectan los Trastornos de la Tiroides Subyacentes en el Control de la Diabetes

• Los trastornos de la tiroides pueden tener un gran impacto en la regulación de la glucosa y si éstos no son tratados pueden afectar el control de la diabetes.

• El hipotiroidismo puede disminuir el requisito de insulina en pacientes diabéticos y el hipertiroidismo puede empeorar la tolerancia o el control de la glucosa.

• Los trastornos de la tiroides subyacentes a veces no son diagnosticados puesto que sus signos y síntomas son similares a los de la diabetes y pueden pasarse por alto o atribuirse a otras condiciones médicas. Los síntomas de hipotiroidismo son comunes en pacientes con diabetes tipo 2 y los síntomas de hipertiroidismo pueden atribuirse a un control diabético pobre en pacientes con diabetes tipo 1.

La Prueba TSH se Recomienda a los Pacientes Diabéticos

• Debido a la relación que existe entre la diabetes y los trastornos de la tiroides, la Asociación Estadounidense de Diabetes recomienda que las personas diabéticas se sometan a una prueba de trastornos tiroideos. La TSH, que mide la cantidad de THS que se produce en el cuerpo, es la mejor prueba de función tiroidea.

• Con una prueba TSH el médico podrá determinar el alcance de la función tiroidea. Un nivel elevado de TSH podría ser indicación de hipertiroidismo; un nivel de TSH por debajo de lo normal podría ser indicación de hipotiroidismo.

Opciones Para el Tratamiento de los Trastornos de la Tiroides

• El hipotiroidismo puede tratarse con una terapia de sustitución de hormona tiroidea, generalmente con una hormona sintética llamada levotiroxina sódica.

El paciente continuará con el tratamiento por el resto de su vida, y el médico monitoreará los niveles de TSH una vez al año después de determinar la dosis correcta.

• Puesto que el hipotiroidismo puede disminuir el requisito de insulina en pacientes diabéticos, es probable que deba ajustarse la dosis de insulina del paciente.

• Los pacientes en terapia de sustitución de hormona tiroidea no deben cambiar la marca del medicamento sin consultar primero con su médico.

Deberán reportar al médico síntomas de fatiga, subida de peso o cualquier otro signo de hipotiroidismo ya que esto indicar que necesita un cambio de dosis. Los pacientes no deben descontinuar nunca su terapia de sustitución de hormona tiroidea sin consultar primero con su médico.

• Los pacientes con hipertiroidismo cuentan con tres opciones de tratamiento. Los pacientes pueden tomar fármacos antitiroideos, los cuales enlentecen la producción de hormona tiroidea. Los pacientes pueden recibir terapia de yodo radioactivo, la cual destruye las células tiroideas a fin de reducir la producción de hormona tiroidea. La tercera opción es la extirpación quirúrgica de la glándula tiroides.

• Puesto que el hipertiroidismo puede afectar el control de la cantidad de glucosa en la sangre, su tratamiento podría ayudar a regular el nivel de glucosa en la sangre.

• Después de un tratamiento de hipertiroidismo, algunos pacientes pueden desarrollar hipotiroidismo.

Más Información

• Los pacientes que deseen obtener mayor información, deben comunicarse con su médico endocrinólogo.


domingo, 23 de agosto de 2015

Fumar y diabetes

¿Fumar aumenta el riesgo de complicaciones de la diabetes?

El tabaco es en sí mismo un factor de riesgo cardiovascular muy importante, pero además es uno de los factores de riesgo más influyentes para la aparición y el avance de las complicaciones de la diabetes, debido a que los compuestos químicos del tabaco pueden lesionar los vasos sanguíneos, los músculos y otros órganos.

El tabaco causa resistencia insulínica en el individuo con normopeso, comparable a la que presenta el sujeto no fumador con obesidad. El tabaco, así pues, puede aumentar
también el riesgo de aparición de diabetes.

Las mujeres embarazadas que fuman presentan por esta circunstancia un mayor riesgo de sufrir diabetes durante el embarazo (diabetes gestacional).

Fundamentos científicos

La evidencia que pone de manifiesto los efectos perniciosos del tabaco sobre múltiples aspectos de la salud es amplia y contundente. Entre otros efectos, el tabaco es un potente factor de riesgo cardiovascular, y si interactúa con la diabetes mellitus, que es un gran acelerador de la aterosclerosis, el incremento del riesgo es muy elevado.

Diversos estudios han constatado que la morbimortalidad prematura de causa macrovascular es mayor en pacientes con diabetes mellitus fumadores que en los no fumadores.

Asimismo, los pacientes con diabetes mellitus que fuman corren mayor riesgo de desarrollar complicaciones microangiopáticas. 

El tabaquismo se contempla también como factor que favorece la resistencia a la insulina y la diabetes mellitus tipo 2. 

El consejo antitabaco ha mostrado ser efectivo para reducir el hábito, por lo que es importante la constancia desde todos los sectores del ámbito sanitario sobre toda la población fumadora, y más aún, si cabe, sobre los pacientes con diabetes mellitus.

Alcohol y diabetes

¿Cuándo es peligroso el alcohol para la persona con diabetes?

El alcohol puede provocar hipoglucemia, por lo que si un paciente está en tratamiento con insulina o con dosis altas de medicamentos hipoglucemiantes orales, debe contemplarse ese riesgo, además de que podría enmascarar los síntomas de la hipoglucemia.

La tendencia a la hipoglucemia puede prolongarse hasta 4-6 horas después de haber bebido alcohol.

El alcohol está contraindicado también en individuos con mal control glucémico y en diabéticos con hiperlipemias, puesto que puede aumentar los niveles de triglicéridos en sangre, tanto en ayunas como posprandiales.

Fundamentos científicos

El alcohol inhibe la producción hepática de glucosa, que es la principal fuente de ésta cuando no estamos en fase postabsortiva. El alcohol, además, atenúa la respuesta betadrenérgica a la hipoglucemia, anulando los síntomas iniciales (temblor, sudoración, etc.).

Por todo ello, el consumo de alcohol, en los pacientes con diabetes mellitus en tratamiento con insulina, puede favorecer la aparición de hipoglucemias y hacer que éstas sean más graves por no haber sido percibidas al principio.

La educación sanitaria del paciente sobre los efectos del alcohol en las concentraciones de glucosa en la sangre es un elemento clave para prevenir la hipoglucemia inducida por el alcohol.

Por otra parte, el alcohol tiene un aporte calórico significativo (unas 7 kcal/g), que puede favorecer la aparición de sobrepeso, con sus consecuencias sobre el metabolismo de los hidratos de carbono, y ejerce también un papel directo en la producción de hipertrigliceridemia.

Así pues, si el paciente diabético consume alcohol, ha de hacerlo con moderación y conociendo muy bien su respuesta a él.

Presión arterial y diabetes

¿Qué presión arterial debo tener?

Diversos estudios han demostrado que un control riguroso de la presión arterial disminuye el riesgo de enfermedades cardiovasculares graves, por lo que se recomienda conseguir en los diabéticos valores más bajos de presión arterial que los de la población no diabética. 

El objetivo es mantener la presión arterial por debajo de 130/ 80 mmHg, y, en caso de enfermedad renal, de 125/75 mmHg. Debe vigilarse con frecuencia y, si es necesario, utilizar un tratamiento farmacológico para reducirla.

Fundamentos científicos

Como acabamos de señalar, el control de la presión arterial reduce el riesgo de sufrir cualquier episodio macro- y microangiopático. 

La noticia es que cualquier mejora de los niveles de presión arterial tiene una clara influencia sobre la morbimortalidad, independientemente de que no se logre optimizar las cifras. Bajar 10 mmHg la presión arterial sistólica reduce el riesgo de un 20 a un 30%. Aun así, lo deseable es alcanzar unos niveles inferiores a 130/80 mmHg.

La diabetes produce impotencia

¿Puede la diabetes producir impotencia?

Algunas de las complicaciones que puede producir la diabetes son bien conocidas, sin embargo hay otras que por diferentes motivos lo son en menor medida a pesar del elevado número de personas que las padecen. 

Se ha estimado que un 55% de los hombres con diabetes entre 40 y 70 años sufren disfunción eréctil (impotencia) como consecuencia de múltiples factores como son problemas psicológicos, circulatorios, o relacionados con el tratamiento; aunque la causa mas frecuente es la afectación de los nervios periféricos por la llamada neuropatía diabética.

La disfunción eréctil se caracteriza por la dificultad de conseguir una erección que permita mantener una relación sexual satisfactoria. En ocasiones la afectación es mas leve y se consigue la erección pero no se consigue llegar al orgasmo o a eyacular.

Las mujeres con diabetes también pueden presentar problemas que afectan a la respuesta sexual como son una disminución del deseo sexual (libido) o sequedad vaginal. El factor psicológico parece ser el mas importante en los trastornos sexuales de la mujeres con diabetes, sin embargo en los hombres las causas orgánicas son el principal factor.

Otra afectación que aumenta tanto hombres como mujeres son las infecciones urinarias debido a la eliminación de glucosa por la orina cuando la diabetes no esta bien controlada, lo cual es un factor que favorece el crecimiento y reproducción de microorganismos en la orina.

La impotencia y el resto de problemas en la esfera sexual se pueden prevenir o retrasar mediante un buen control de la glucemia y del resto de factores de riesgo cardiovascular como son la hipertensión arterial y los niveles elevados de colesterol y triglicéridos.

Además existen tratamientos que pueden mejorar las trastornos y la calidad de vida de aquellas personas que ya presentan problemas de la esfera sexual. Dentro de estos tratamientos podemos destacar los inhibidores de la fosfodiesterasa 5 (Viagra®, Levitra®, Cialis®), los cuales pueden mejorar total o parcialmente la erección durante muchos años y gracias a ellos ha mejorado de manera muy importante la calidad de vida de las personas con disfunción eréctil. 

En muchos casos también resultan de utilidad los mecanismos de vacío que aplicados sobre el pene consiguen producir una erección que dura varios minutos y que permite mantener una relación. En casos mas avanzados existen otros tratamientos mas agresivos como son la inyección de alprostadil (Caverject®) en el pene cuando se quiera mantener una relación sexual o la colocación de una prótesis dentro del pene que se hincharía por un mecanismo que viene incorporado cada vez que se quiera mantener una relación.

sábado, 15 de agosto de 2015

Tratamiento con Insulina

Tratamiento con insulina

La inyección de insulina

Es indispensable conocer bien las técnicas de inyección, también las zonas en las que se deben aplicar. Es necesario adoptar una buena técnica con el fin de controlar bien su glucemia y asegurar que su diabetes esté bien controlada.

¿Dónde hay que inyectar la insulina?

Los brazos, el vientre, los muslos y las nalgas son las zonas más aconsejadas.

La insulina inyectada en el abdomen pasa más rápidamente a la sangre que la inyectada en los brazos y muslos.

Evitar ciertas zonas: alrededor del ombligo, cerca de las rodillas...

Modificar la zona de inyección en ciertas circunstancias para evitar las deformaciones de la piel, las lipodistrofias, provocadas por la repetición de inyecciones repetidas en el mismo lugar.

Mantener la misma zona de inyección para cada momento del día evitando pincharse en el mismo lugar que en la anterior administración:

Por ejemplo: por la mañana en el abdomen, al mediodía en los brazos y por la noche en los muslos o en las nalgas.

¿Cómo conservar la insulina?

La insulina cuanto mayor sea la temperatura a la que se conserva, más rápida será la absorción.

Guardar el envase de insulina que se va a utilizar cada día a temperatura ambiente.

Los stocks deben guardarse en la nevera hasta su utilización

Un baño caliente inmediatamente después de la inyección, permitirá a la insulina llegar ligeramente más rápido a la sangre, ya que la temperatura de la piel influye en la velocidad de absorción de la insulina.

Evitar dejar los envases al sol.

El frío y el gel destruyen la acción de la insulina.

La desinfección de la piel

Lavarse las manos antes de ponerse la inyección es una regla fundamental. Una buena higiene, con agua y jabón, es suficiente.

No siempre es necesario el alcohol, salvo en ciertas circunstancias.

Comprobar bien el estado de la piel porque la absorción de la insulina puede variar

Evitar los lugares donde hay cicatrices, placas de eczema, infecciones...

Evitar las inyecciones en las lipodistrofias, anomalías de los tejidos subcutáneos, provocados por inyecciones repetidas de insulina en el mismo lugar. Provocan hinchazón en la piel lo que conlleva una mala absorción de la insulina y un desequilibrio del diabético.

Hay que tener prudencia cuando se inyecta insulina

Verificar la ausencia de hipoglucemia durante la noche o de hiperglucemia al despertarse.

Llevar a cabo una auto-medición 3 ó 4 veces por día: antes de las 3 comidas y antes del atardecer.

Evitar la hipoglucemia.

El bolígrafo auto-inyectable: cómo preparar la inyección con un bolígrafo de insulina

La preparación de una inyección con un bolígrafo de insulina depende de cada modelo de bolígrafo. El bolígrafo permite pincharse en cualquier sitio, discretamente, lejos de la mirada de la gente y además se transporta fácilmente.

Adoptar las reglas de higiene fundamentales que consisten en lavarse las manos con agua y jabón.

Una mala utilización del bolígrafo puede provocar efectos secundarios.

Pincharse regularmente.

Existen diferentes categorías de bolígrafos que se pueden utilizar:

La bomba de insulina

Una bomba de insulina permite la administración continua de insulina adaptada a las necesidades de la persona diabética. Ésta puede programar así el aparato con el fin de administrar la cantidad de insulina necesaria a su organismo permitiéndole mantener una glucemia de base fuera del horario de las comidas.
Pueden aplicarse dosis complementarias en función de las comidas consumidas.

La bomba es un pequeño aparato que toda persona diabética puede utilizar.
Se lleva siempre encima.

Está ligado a un catéter situado sobre la piel, que debe cambiarse regularmente.

Una pequeña bomba envía una tasa constante de insulina con la ayuda de un pequeño tubo de plástico fijado bajo la piel a la altura del abdomen.

La bomba está activada 24 horas, 7 días por semana.

Permite controlar la cantidad de insulina a dispensar cada hora.

Llevar una bomba de insulina necesita una hospitalización inicial con el fin de iniciar al paciente en su manejo y utilización.
Se puede utilizar también en niños y mujeres embarazadas.

La tasa de insulina repartida mantiene la glucemia necesaria para el organismo.

La bomba de insulina permite respetar el ritmo alimentario: en el momento de las comidas, el diabético envía un bolo de insulina accionándolo a distancia. Este sistema ofrece una gran libertad en cuanto al horario de las comidas, los alimentos consumidos, los intervalos, la actividad deportiva...

La insulina ultra-rápida se suele utilizar con la mayoría de las bombas.

Las dosis se adaptan de la misma manera que con las inyecciones: el diabético debe conocer la cantidad que necesita.


Se necesitan controles regulares de glucemia, de la misma manera que con las inyecciones.