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jueves, 24 de septiembre de 2015

Neuropatías diabética



Neuropatía diabética
(periférica y autonómica)

Neuropatía diabética

Las personas con diabetes mellitus pueden desarrollar daño temporal o permanente en el tejido nervioso. Es una complicación común de estos pacientes como resultado de altos niveles de azúcar en la sangre.

Sin embargo, es sabido que algunos diabéticos no desarrollan neuropatías, mientras que en otros se puede manifestar en una etapa relativamente temprana de la enfermedad.

¿Por qué algunos diabéticos desarrollan neuropatía y otros no?

El factor causal más importante para el desarrollo de las complicaciones en la diabetes es el mal control metabólico (hiperglucemia o nivel de glucosa en la sangre superior al normal de forma mantenida).

Por tanto, aquellos diabéticos que mantienen un buen control de su enfermedad desde el mismo momento del diagnóstico, tienen menos posibilidades de desarrollar complicaciones crónicas, tanto vasculares como neurológicas.

Aclaremos que haremos alusión sólo a la neuropatía periférica de los miembros inferiores, pues existe otro tipo de neuropatía en el diabético, la llamada Neuropatía Diabética Autonómica o Visceral, es objeto de otro trabajo.

¿Cuando hablamos de neuropatía diabética?

Es la expresión clínica de la afectación de los nervios periféricos (extremidades inferiores y superiores) y, también, de los nervios autonómicos o viscerales (corazón, vejiga, estómago, entre otros). La neuropatía diabética periférica de los miembros inferiores constituye la complicación más frecuente de la diabetes mellitus, la cual puede manifestarse con síntomas o sin ellos.

¿Se conocen con certeza sus causas, factores de riesgo e incidencia?

Se han descrito diferentes factores. Entre los no modificables se señalan la mayor edad y duración de la diabetes, el sexo masculino y la mayor estatura. Entre los modificables: el mal control metabólico (hiperglucemia) y el aumento de las grasas de la sangre (triglicéridos y colesterol).

¿Es frecuente en nuestro medio?

Muy frecuente, al igual que en el resto del mundo. Estudios realizados indican que en personas con diabetes insulinodependientes es de un 34,4% y en los no insulinodependientes de un 46,8%.

Recientemente concluimos un estudio en personas con diabetes no insulinodependientes de reciente diagnóstico y confirmamos una frecuencia del 75% (de ellos 38% sintomáticos y el 62% asintomáticos).

¿Cuáles son los síntomas principales de este trastorno?

Dolor intenso y quemante, sensación de hincadas, adormecimiento, calambres, aumento, disminución o pérdida de la sensibilidad al tacto, dolor.

Este último puede incapacitar al paciente. Los síntomas suelen ser más notables durante la noche y el ejercicio.

¿Hay alguna manifestación específica que nos pueda alertar inicialmente?

Sobre todo las alteraciones de la sensibilidad y el dolor en los miembros inferiores.

¿Qué exámenes se requieren para el diagnóstico?

Un examen clínico, aunque su confirmación se realiza con el apoyo de estudios electrofisiológicos especiales (referidos a la velocidad de la conducción de los nervios motores y sensitivos).

¿Qué funciones orgánicas suele dañar con mayor rigor, tanto en el sexo masculino como femenino?

El pie es el órgano más afectado, en el cual pueden desarrollarse deformidades, atrofias musculares, aumento de la callosidad y úlceras.

Se asocia con frecuencia, en el hombre, con neuropatía autonómica del aparato genitourinario, lo que puede ocasionar disfunción sexual eréctil y en la mujer anorgasmia (ausencia o insuficiencia de orgasmo sexual).

El tratamiento es curativo o sólo paliativo de los síntomas? Quiero precisar: ¿una vez que aparece se convierte en crónica?

El tratamiento es sintomático y una vez que aparece la neuropatía se convierte en crónica. Insisto: el buen control de la glucemia es el proceder más efectivo.

Los medicamentos utilizados para el control de los síntomas sólo deben ser indicados por el especialista.

Se impone un mensaje general a los diabéticos en cuanto a lo que no deben dejar de hacer.

Subrayar que es necesario cumplir estrictamente el tratamiento indicado por el médico para lograr un buen control metabólico mantenido de su diabetes y del resto de los factores modificables.

La presencia y también la postergación de las complicaciones crónicas de la diabetes solo se logra con control, control ¡y control!


Neuropatía diabética autonómica

La neuropatía diabética más conocida es la que se circunscribe a los miembros inferiores, aunque existe otro tipo de neuropatía en el diabético, la llamada autonómica o visceral.

¿Son dos entidades diferentes unidas por un mismo hilo conductor en su aparición?

Efectivamente, ambas neuropatías son complicaciones de la diabetes que se diferencian en sus manifestaciones clínicas, pero tienen los mismos factores de riesgo en su aparición o desencadenamiento.

¿Cuáles son, digamos, sus puntos en común y cuáles sus diferencias?

Como puntos en común podemos decir que ambas son más frecuentes en los diabéticos con mal control de la glucemia (presencia de glucosa en la sangre), en los pacientes con mayor edad y duración de la diabetes, y se diferencian en que en la neuropatía periférica se afectan los nervios de las extremidades inferiores y superiores, mientras que en la autonómica se alteran los nervios que van a órganos como el corazón, la vejiga y el estómago, entre otros.

¿A qué nos referimos concretamente cuando hablamos de nervios autonómicos o viscerales?

A los nervios que regulan las funciones vitales inconscientes, tales como el ritmo cardiaco y la digestión, y que son los que conforman el sistema nervioso autonómico.

¿Cómo definiría este tipo de neuropatía?

La neuropatía autonómica es un conjunto de síntomas y signos que se originan por daños en los nervios que van a las estructuras internas del organismo, que regulan funciones como presión sanguínea, frecuencia cardiaca, digestión y evacuación de los intestinos y de la vejiga.

¿Se conoce científicamente la razón por la cual se puede desencadenar uno u otro tipo de neuropatía diabética?

No está totalmente aclarado, pero muchos estudios apoyan la idea de que la hiperglucemia mantenida es la principal responsable, aunque existan otros factores implicados. Ambos tipos de neuropatías pueden estar presentes en un mismo paciente.

¿Qué signos y síntomas primarios pueden alertar?

Los principales son la taquicardia en reposo, baja presión sanguínea y mareos al levantarse de una posición sentada o acostada, vómito de comida no digerida, diarrea, estreñimiento, sudoración excesiva en determinadas partes del cuerpo, incontinencia urinaria, disfunción sexual e hipoglucemia sin aviso.

En general, ¿qué órganos afecta con mayor frecuencia?

El esófago, estómago, intestino delgado, corazón, vejiga y los genitales.

¿Se conoce su frecuencia en nuestro medio? ¿Hace alguna distinción entre el sexo masculino y el femenino?

Su frecuencia es variable, según se considere algún signo determinado. Lo reportado en el mundo en que se ha encontrado la vejiga neurogénica en el 20-40% de los pacientes con diabetes, la impotencia (disfunción eréctil) en el 35-75% de todos los hombres con diabetes y la disfunción sexual en el 40-50% de las mujeres. La neuropatía autonómica se presenta igualmente en uno u otro sexo.

¿Hay tratamientos para estos trastornos? ¿En qué consisten?

Diría que el mejor tratamiento es su prevención. De ahí que el diabético debe cumplir el tratamiento dirigido a lograr el control de la enfermedad y de los factores de riesgo modificables, teniendo en cuenta la gran diversidad de síntomas y signos que pueden presentarse. El tratamiento debe ser sintomático y puede ir desde medidas higiénico-dietéticas hasta medicamentos específicos, de acuerdo con el órgano afectado.

¿Qué medidas tomar para prevenir complicaciones?

Está demostrado que el estricto control de la diabetes es la mejor manera de evitar la aparición de la neuropatía autonómica, por lo que se debe tratar de conservar los niveles de azúcar en la sangre dentro de límites normales. Otros factores que debemos tener en cuenta son mantener la presión sanguínea y las grasas en sangre dentro de la normalidad, dejar de fumar y limitar el consumo de bebidas alcohólicas.

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